EL MUNDO ESPIRITUAL PARTE 3

La verdad.

Este no solo es un tema muy discutido , sino que es una de las herramientas que tenemos para vivir en paz que no usamos por vergüenza.

Y mientras no entendamos que la vergüenza es mejor que vivir en la mentira , viviremos una vida apagada y llena de oscuridad.

Dios aborrece la mentira , la detesta en gran manera.

Es por eso que jamás la mentira tendrá buen final.

A Veces creemos que vivir en la verdad es fácil. 

Creemos que ser honestos y transparentes , se trata de no cometer errores o de no fallar nunca. 

A veces solo decimos la verdad si de alguna manera nos beneficia o tenemos alguna consecuencia leve de esa mentira.

Creemos que ocultar y no decir nada es no mentir. 

Creemos que decir la verdad no es necesario y vivimos engañándonos a nosotros mismos.

LA VERDAD AUNQUE DUELA 

Esta es la verdad que mas nos cuesta vivir , osea la única verdad que salva , sana y libera. 

Esta verdad que duele , es la que nos hace cambiar para bien y poder tener los ojos bien abiertos. 

Hay verdades que son duras , pero es la única forma de vivir una vida plena. 

No es la verdad en sí lo que nos libera , porque a veces le decimos verdades a muchas personas y no entran en razón. 

Es vivir en la verdad lo que te libera y te hace estar en paz y en una vida plena.

Reconocer lo que somos , confesar lo que nos cuesta superar , ser autenticos , decirnos la verdad a nosotros mismos primero, hacernos preguntas ¿soy feliz?

¿esta es la vida que yo quiero para mi?¿ esto que esta pasando, de verdad creo que es la verdad? ¿estoy naturalizando conductas malas diciendo que son buenas?

No se trata de ser perfectos , se trata de reconocerse imperfectos y luchar cada día por vivir en la verdad , confesando nuestras más oscuras preocupaciones y si es necesario ser HONESTICIDA. 

NO HAY NADA QUE TE DÉ MÁS AUTORIDAD ESPIRITUAL , QUE NO TENER NADA QUE OCULTAR. 

Dios siempre respalda a aquel que decide ser honesto , confesar sus errores e intentar cambiar su vida para santificarla.

JAMAS RECHAZARÁ DIOS UN CORAZÓN HONESTO Y ARREPENTIDO.